REGRESAME LA VOZ

la noche de la piel es un grito
el incendio de los mutilados la maraña mortal del aullido
quien nace es un escándalo de luz en un aljibe rojo
el umbral de los cardúmenes
no hay sosiego en la matriz y aún es primavera negra que no conmueve
nada se transforma en doce años
el salitre cegado irrespirable
los muchos orgasmos cubiertos de saliva silenciosa
la púbica condena hemisférica todo el mar y el cráter de las amapolas heladas
la larva de la mosca dice cosas extrañas viscosas
hay un presagio de trigo que lava la muerte 
usted puede tener una válvula de estrépitos sonoros en la frente
estatuas y túneles metáforas íntimas que cruzan la noche en puntas de pie
sonámbulas meretrices audaces mudas
la niña enciende la soledad tiznada de aritmética fugaz
mientras bellamente desaparecen las nubes zigzaguenado
en el espasmo de las palabras se desdice la armonía del cielo
las alimañas en la órbita del templo
todo esta destruído todo estalla las lámparas y la cera un infierno mutuo
uno huele la cortesía de los gusanos y las telarañas
espiral de los ojos en un día del pasado
regresame la voz 
la pálida periferia de los dolores pasajeros
el atavío de viento con el que nombro pausadamente
en una noche empapada de ratas los archipiélagos.